Coger fuerzas en un desayuno por las cafeterías y confiterías de la ciudad es vital para este segundo día de ruta. Posteriormente, pasearemos por la calle Compañía para visitar la Iglesia de San Benito (1), el Palacio de Monterrey (2), propiedad de la Fundación Casa de alba, y la iglesia de La Purísima (3).

Para almorzar, visitaremos algunos de los restaurantes que nos ofrece el centro histórico de Salamanca. Como plan posterior, hay varias opciones para hacer una visita a una cata de vino en la Hacienda Zorita (4), una ganadería de toros bravos e incluso un paseo en barco por el río Duero.

Al caer la noche, pasear en la nocturnidad de Salamanca para disfrutar de sus calles y edificios iluminados y del ambiente en los bares de las diferentes zonas de la ciudad, incluso por el centro histórico. Incluso, para los más atrevidos, se puede realizar una visita guiada nocturna en las que descubrir las leyendas e historias de los monumentos de la ciudad.

En este tercer y último día de ruta, comenzaremos la mañana paseando por el Puente Romano de Tormes (1). Después entraremos a descubrir el Huerto de Calixto y Melibea (2) y la Cueva de Salamanca (3).

Además, podemos disfrutar del paseo disfrutando del patrimonio cultural junto a las poblaciones de aves y riberas colindantes al puente de Tormes.

Para despedir Salamanca, podemos visitar lugares como La Alberca (4), Candelario (5) o Ledesma (6) o pasear por los senderos para vivir la emoción de la naturaleza.